1940

Década de 1940

En México, Amalia comenzó en el Teatro Lírico de la Urbe de México, como en la estación radiofónica XEW en el programa La Hora Mejoral de Carlos Amador. En ese año graba su primera cinta Depravada, a la vera de Ramón Armengod y Emilia Guiú, donde la incipiente estrella birla el estrellato a la pareja estelar. Mientras que Amalia actuaba en el centro nocturno Waikikí, fue descubierta por el productor estadounidense Edward Perkin, quien le ofrece trabajar en los USA en un espectáculo con los Lecuona Cuban Boys.

En su paso por los Estados Unidos, llega a trabajar al lado de figuras como Bob Hope, Carmen Miranda y Xavier Cugat. Trabajó en numerosos centros de espectáculos: The Roxy, Teatro Puerto Rico, El Rancho Vegas, el bar del deportista Joe DiMaggio (quien fuera marido de Marilyn Monroe) etc. En Hollywood filma la cinta A Night at the Follies (1947), junto a la vedette Evelyn West. En Hollywood, el productor Howard Hughes tenía la intención de que Amalia protagonizara una película sobre la vida de Lupe Vélez, pero Amalia se negó a trabajar en la industria hollywoodense y decidió regresar a México.

De regreso en México, Amalia dirigió un grupo de músicos llamados Los Diablos del Trópico, y se reincorporó al cine mexicano en 1948 con la cinta Conozco a los dos, basada en el bolero del mismo nombre. En 1949 obtiene un rol estelar en la cinta cómica Calabacitas tiernas (¡Ay que bonitas piernas!), junto a Germán Valdés «Tin Tan», con el que forma una mancuerna entrañable. En ese mismo año trabaja con Pedro Infante en la cinta Dícen que soy mujeriego, y con Blanca Estela Pavón en En cada puerto un amor. También realizará sus primeros roles protagónicos en las cintas cómicas El colmillo de Buda y La vida en broma, junto al popular cómico de origen español Ángel Garasa. Y es que a diferencia de otras de sus colegas rumberas, Amalia realizó pocos melodramas. Más bien se inclinó por la comedia ligera, realizando personajes vivificantes. El pintor Jose Luis Cuevas decía que Amalia es una especie de «Tin Tan» femenino.

 

Década de 1950

En 1950, Amalia protagonizó dos populares comedias musicales de la época: Ritmos del Caribe y Al son del mambo. En esta última cinta Amalia formó pareja con el comediante Adalberto Martíez «Resortes». La cinta también sirvió como carta de presentación de Pérez Prado y el mambo en el Cine mexicano. En 1951 Aguilar realizó uno de sus filmes melodramáticos más recordados: Amor perdido, donde comparte créditos estelares con el actor Víctor Junco.

1950

En 1952, el director chileno Tito Davison reúne a Amalia con las actrices Lilia del Valle y Lilia Prado para participar en la cinta cómica de corte feminista Las tres alegres comadres. El éxito fue tal que en ese mismo año las tres actrices se reunieron en otro filme similar llamado Las interesadas, ahora dirigidas por Rogelio A. González. En 1953 la fórmula se repite con otras dos cintas más: Mis tres viudas alegres y Las cariñosas, ahora con Silvia Pinal sustituyendo a Lilia Prado. En ese mismo año Aguilar protagoniza junto a Roberto Cañedo la cinta Los dineros del diablo (1953), del afamdo director Alejandro Galindo. Su último rol estelar en el cine fue en la cinta Las viudas del cha cha chá (1955). A partir de ese momento, Amalia solo realizará actuaciones musicales en cintas como Los platillos voladores (1956) y Los televisionudos (1957).

 

2020

Retiro y años recientes

Tras contraer matrimonio, Amalia se retiró de su carrera cinematográfica. Radicó varios años en Perú, donde fundó cadenas de taquerías. En 1976, finalmente regresó a México. Estudio Cultura de Belleza y fundó su propio salón de belleza. Amalia regresó al espectáculo para una temporada musical en el Teatro Blanquita con Resortes y Rosa Carmina. En 1981, volvió a Perú y presenta los exitosos espectáculos musicales Perú… te traigo un son y Salsa Caliente 82.

En 2003, el director de cine mexicano Rafael Montero la convenció de realizar una breve aparición en la película Dame tu cuerpo, protagonizada por Rafael Sánchez-Navarro y Luz María Zetina.

En 2006, Amalia fue galardonada con el premio Diosa de Plata, otorgado por PECIME (Pediodistas de Cine Mexicano) en reconocimiento a su trayectoria artística.

En 2010, Amalia es homenajeada en la ciudad de Miami, Florida, donde se reconoció su trayectoria artística y se le otorgaron las Llaves de la Ciudad, de manos del alcalde Tomás Regalado.